La noche terminó

con un 5-0 y más borracho que el vino, y aquí el señor se ha levantado como “un pepe” y con una sonrisa de oreja a oreja. La noche se terciaba mal, si no es suficiente la manita, peor es que un hippie con la asquerosa elástica cule te toque los huevos. Y siendo como somos de “mecha corta” pues pasa lo que tiene que pasar…a otro bar a seguir privando y otro más en los que somos personas nones gratas.
No se como terminamos en ese pub echando unas copas (suerte, el destino…) pero fuera como fuese hay estaba. Y ahí tuve mi golpe de suerte, esa cara no se me había olvidado y el odio hacia el tampoco, sin ese jersey ceñidito y sin la aureola de superioridad que da la autoridad en un gilipollas. ¿Te acuerdas de mí? En sus ojos vi como hacia memoria y como poco a poco se le fue torciendo el gesto, seguramente recordando todos sus abusos y desmanes, consciente de que a todo cerdo le llega su san martín. ¿Tú no sabes quien soy yo, ni con quien estas hablando? pregunto, si sabia quien era y se lo deje bien clarito y le ofrecí amablemente que me acompañara a la puerta para discutir sobre una cuenta pendiente que tenia con el y su “cuerpo”. Como era de esperar estas asquerosas personas no tienen dos cojones sin su uniforme y con la verdadera calaña de la ciudad tampoco (como le explique). A todo esto llego el portero y la dueña del local y me ofrecieron irme de su pub…otro más a la lista.
Por eso me he levantado hoy con una sonrisa, por que no hay nada mejor que decirle a esta gentuza cuatro verdades en su puta cara, y diciéndole que te la sopla “quien es”. Y así es cómo de un aciago derbi el que escribe, se puede decir que saldo una deuda pendiente. A muchos os la soplará esta batallita pero tenia la necesidad de contarlo, por el odio que me produce estos retrasados.